Respaldo de archivos ¿dónde vale la pena?

En el trabajo y en nuestra vida cotidiana, utilizamos archivos para múltiples objetivos ya sean fotos, videos, archivos de oficina, cálculos, trabajo, etc. Todos ellos son importantes para nosotros y no queremos perderlos, por lo que significan para nosotros y por el trabajo que hay detrás de cada archivo.

Sin embargo, a pesar de nuestras loables intenciones, estamos constantemente expuestos a su pérdida, ya que los almacenamos en medios que se pueden perder, corromper o ser estropeados; y estas pérdidas por lo general son irrecuperables o su recuperación puede resultar excesivamente costosa (por ejemplo, en caso de discos duros estropeados), lo que conlleva que en realidad no tomamos las suficientes medidas para asegurar la permanencia de nuestros archivos en el tiempo.

En definitiva, es importante respaldar nuestros archivos, tanto sean personales como profesionales, lo que se discute entonces es dónde deberíamos almacenarlos, ya que los medios tienen ventajas y desventajas, las cuales nos permitirán decidir dónde es mejor respaldarlos. Estos son los medios de almacenamiento más utilizados:

Memorias flash: Éstas memorias en la actualidad se utilizan en smartphones, cámaras y dispositivos móviles que requieren almacenamiento. Sus características de precio, tamaño y poco requerimiento de energía la hacen ideal para almacenar nuestros archivos, pero su composición física hace que estas memorias sean bastante volátiles, por lo que no recomendamos que sus archivos se mantengan en estos medios y sean traspasados a otro medio más confiable.

Pendrives: Si bien también es una memoria flash, tiene una mejor composición de materiales para resistir mayor tiempo y sin corromper su contenido, pero su portabilidad hace que extraviarlos sea una posibilidad recurrente, por lo que también recomendamos que estos sean medios de almacenamiento de uso temporal, además de que su tamaño es limitado como para almacenar grandes cantidades de información.

Discos duros extraíbles: Nos hemos encontrado en reiteradas ocasiones que pequeñas empresas o usuarios con muchos archivos, utilizan discos duros portátiles para realizar respaldos. En un principio, por el hecho de que estos discos tienen una mejor construcción que una memoria flash, este almacenamiento mantiene la información por mucho más tiempo, sin embargo es propenso a estropearse, ya que la información almacenada en sus discos magnéticos puede corromperse con movimientos bruscos estando en funcionamiento. Además de este inconveniente, el almacenar información en un disco duro que transportamos de un lado a otro, lo hace propenso a caer en las manos equivocadas, y si esto ocurre, el disco no cuenta con ningún sistema de seguridad para preservar la confidencialidad de nuestra información. Para un tercero tan solo basta conectar el disco a otra computadora para tener control total sobre toda la información que contiene. Algo que por supuesto no deseamos.

NAS: Considerado como uno de los medios de respaldo que mejor almacenan nuestra información de forma local. En estos dispositivos, contamos con que la mayoría cuenta con tecnología RAID, para preservar la información en caso de que uno de los discos sea corrompido; cuenta con seguridad, que mantiene la confidencialidad; y al no ser móvil, solo debemos tener cuidado con la localización de este dispositivo para que no se pierda.

El problema que tienen en común estos dispositivos de respaldo de información, es que todos son propensos a destruirse o ser hurtados, y aunque la información no caiga en manos inapropiadas, la disponibilidad resulta afectada, ya que si se pierde el disco (o almacenamiento), se pierde definitivamente la información, o si es estropeado, el costo y el tiempo serán muy altos para su recuperación.

Para estos casos, la mejor alternativa es mantener por lo menos una copia de nuestros archivos en la nube, así podemos asegurar que la confidencialidad, disponibilidad y seguridad de nuestros archivos se mantendrán en el tiempo.